Hay modelos de motocicleta que no pasan desapercibidos para casi nadie, independientemente que el espectador sea aficionado o no al mundo de las dos ruedas. Y los modelos de la marca Victory pertenecen a este exclusivo grupo. Como ya viene siendo habitual en la marca americana, dividen sus modelos en Touring (montan maletas y baúl), Bagger (sólo montan maletas) y Cruiser (desnudas). Y es a este último grupo al que pertenece el modelo que nos ocupa.
Es la respuesta retro dentro de la gama Cruiser, utiliza el mismo propulsor Freedom 106 de carrera larga, culatas de cuatro válvulas y 1.731 cc de cilindrada de todo el resto de la gama, contando con inyección electrónica y caja de cambios de seis relaciones, con una sexta velocidad que responde con todas las de la ley al concepto overdrive.
Además, demuestra una vez más el espíritu sport que alimenta a todos los modelos de la gama Victory y que los distingue de lejos de sus más directos competidores incluyendo un basculante en aluminio o latiguillos de freno metálicos.
Aunque, evidentemente, a la hora de subirte a esta Boardwalk, no es precisamente el apartado mecánico lo que más puede atraer y cautivar a su afortunado propietario, sino los elementos estéticos y parte ciclo que dotan a esta motocicleta de una apariencia y una vistosidad fuera de toda duda. Y no hay duda que incorpora detalles que te hacen retrotraerte a otras épocas, como esos guardabarros envolventes o los neumáticos Metzeler con flancos blancos que actúan como una auténtica máquina del tiempo y te transportan a tiempos mejores.
Y la vista que tienes desde el puesto de conducción no desmerece para nada cualquier otro aspecto de la misma: las torretas y el ancho manillar proporcionan un perfecto equilibrio entre confort y control de marcha; los intermitentes cromados cuentan con un perfil extrañamente moderno que contrasta con el enorme faro de corte clásico y el depósito de combustible contribuye a hacer más cómodo el puesto de conducción, encajando perfectamente entre las rodillas de su piloto.
La elegancia y porte de tan increíble máquina tiene su acompañamiento en una mecánica poderosa. El V-Twin a 50º de alta cilindrada es una auténtica máquina de producir par con mínimas vibraciones del conjunto. En el bastidor se opta por una estructura tubular en lugar del monocasco que equipa la serie Touring. Y, a pesar del elevado peso del conjunto, monta un sólo disco de freno en el tren delantero, el cual se muestra más que suficiente para detener el conjunto sin demasiado esfuerzo.
No cabe duda que la marca americana se apunta un nuevo tanto con un modelo que, a buen seguro, hará las delicias de los paladares más exigentes.